lunes, 15 de noviembre de 2010

Correo electronico, origen y funcionamiento

El correo electrónico, también denominado e-mail, es una herramienta que todos estamos acostumbrados a utilizar diariamente para comunicarnos con los demás.
Los orígenes del correo electrónico se sitúan antes del nacimiento de Internet. Ya dedicamos un artículo, hace muy poco, a la llegada de la Red de Redes a nuestras vidas. Hay que tener en cuenta que, para que Internet pudiera salir a la luz, tuvo que crearse una herramienta fundamental: El Correo Electrónico.
En 1961 tuvo lugar una demostración, que pasó a la historia, por parte del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). En ella, se exhibió un sistema que permitía, a varios usuarios, la entrada a un IBM 7094 desde terminales remotas y facilitaba el almacenamiento de archivos en el disco del ordenador. Todo ello, favoreció la creación de nuevas formas de compartir información.

El correo electrónico comenzó su andadura, como tal, en el año 1965 y se empezó a utilizar en un gran ordenador de tiempo compartido. Ya en 1966, se extendió rápidamente para emplearse en las redes de ordenadores.
En 1971, Ray Tomlinson inventó la, conocida ya por todos, arroba. Tomlinson eligió este símbolo para separar el usuario del ordenador en el que se aloja la casilla de correo. En inglés, la arroba se traduce como “At”, en castellano “en”. De esta manera, cualquier dirección de correo electrónico, por ejemplo ana@gmail.com, significa Ana en gmail.com.

El correo electrónico es un servicio que permite a los usuarios enviar y recibir mensajes a través de la red. Estos mensajes se transmiten a través de sistemas de comunicación electrónicos de una manera rápida, eficaz y a bajo precio. Ya sabéis que en los mensajes de correo electrónico no sólo se puede introducir texto, sino también imágenes, audios, vídeos…

Respecto a su funcionamiento, se pueden enviar mensajes entre ordenadores personales o entre dos terminales de un ordenador central. Como decíamos anteriormente, estos mensajes se archivan en un buzón.
Cuando dices enviar un e-mail, el programa os requerirá tres requisitos: El nombre del destinatario, que puede ser una o varias direcciones de correo electrónico; el asunto, es un frase a partir de la cual el destinatario comprenderá de qué trata el e-mail y lo verá antes de leer el correo electrónico en cuestión; y el mensaje, ya sabéis que puede ser texto u otro formato diferente.


Funcionamiento del Correo Electrónico.


También tenéis la opción de adjuntar archivos al mensaje. Esta función os permite enviar datos informáticos, independientemente del tipo que sean. Para especificar el destinatario, sólo tenéis que introducir la dirección de correo electrónico (ana@gmail.com), si deseáis enviar el mismo mensaje a varios destinatarios, lo normal que es uséis una lista de contactos que vosotros mismos crearéis en el sistema. Habitualmente, cada uno de esos detinatarios se separan mediante comas y punto y coma.
CC permite enviar una copia a todas aquellas personas que estén incluidas en este campo, pero verán que no va dirigida a ellos sino a los destinatarios que se hayan incluido en el campo “Para”. CCO es parecido al anterior, la única diferencia es que este campo no es visible para aquellas personas que reciben el mensaje.
Cuando una persona envia un e-mail a otra, cada una de ellas está en un servidor diferente, pero ambos se ponen en contacto para enviar el mensaje. Así, una persona escribe el correo electrónico en su programa cliente. Tras terminar de escribirlo, ésta debe pulsa el botón de enviar. Al llevar a cabo esta acción, el programa cliente contacta con el servidor de correo que está utilizando la persona en cuestión, a través del protocolo SMTP. El programa cliente transfiere el mensaje y da la orden de envio.
El servidor SMTP se percata de que debe entregar un mensaje a alguien, pero no tiene conocimiento de con qué ordenador debe contactar. Por ello, este servidor contacta con el servidor DNS y le pregunta quién es el encargado de gestionar el correo en cuestión. El servidor DNS contestará a esta pregunta con el nombre de dominio del servidor del correo del destinatario.


En la recepción, el destinatario recibirá el mensaje del receptor a través del protocolo POP3.
En el momento de la recepción, la persona que recibe el mensaje puede verlo en la bandena de entrada del programa cliente. En esta bandeja de entrada veréis el nombre del remitente, el asunto del e-mail y la fecha de éste. También puede aparecer el espacio que ocupa el mensaje (tamaño); los diferentes destinatarios, si son varios; los datos adjuntos; la prioridad, que es la importancia que ha dado el remitente al mensaje.


Una vez que haber recibido el mensaje, puedes responderlo, reenviarlo a otras personas, marcar como spam, es decir, separar el correo que os interesa del que no deseáis leer, guardar el mensaje en el ordenador, borrarlo o moverlo a una carpeta, que vosotros habréis creado en vuestro programa cliente o añadir etiquetas, que permite catalogar los mensajes en diferentes apartados.
Pese a que el uso del correo electrónico es, normalmente, seguro y eficaz, suelen darse algunos problemas, a los que hemos hecho alusión varias veces en Tecnocosas. El problema fundamental es el spam, habitualmente son mensajes de publicidad engañosa y correos no solicitados en grandes cantidades. Pero existen otros problemas que pueden poner en peligro la seguridad de vuestro ordenador.

Algunos de ellos son: Los virus, que normalmente se transmiten a partir de ficheros adjuntos; el denominado phishing, son correo fraudulentos que intentar obtener datos del usuario; hoax, son correos engañosos que transmiten noticias falsas y se producen, fundamentalmente, a través de las llamadas cadenas de correo electrónico, ya sabes, mensajes que debéis reenviar a varias personas porque si no una desgracia caerá sobre nosotros.

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